Hay hombres que se toman la atribución de manejar la vida de las mujeres, pero nadie puede decirte qué hacer si sientes que estás a gusto con quién eres.
Con la tecnología, vino una nueva forma de comunicación virtual que muchos alrededor del mundo aprovecharon de usar para conocer nuevas personas que podrían convertirse en potenciales parejas. Con una de estas aplicaciones fue que la estadounidense Christina Topacio conoció a un tipo hace seis meses. Hablaron por mensajes y nunca se vieron, hasta que eventualmente la comunicación se hizo cada vez menos frecuente. Sin embargo, hace un par de días el tipo volvió a hablarle, con un fin bastante entrometido y ofensivo: pedirle que bajara de peso.
Esto fue lo que la profesional de marketing y bloguera de Los Ángeles posteó en su cuenta de Twitter para que todos supieran las palabras que el hombre utilizó para hacerle la delirante petición:
"Recién me sucedió esto. Nunca me he visto en persona con este tipo, pero no tuvo ningún reparo en compartir esto conmigo".
En los mensajes se lee que el hombre, luego de saludarla tras seis meses sin hablar con ella, le dice que le urge revelar algo que lleva pensado hace tiempo.
"Sigo tus fotos y tus publicaciones. Te ves como un mujer muy inteligente y divertida. Se puede ver que eres muy entretenida y he pensado seriamente en salir contigo. En conocerte y involucrarme. Pero, ¿sabes qué? y me mata decirlo...
Y no es nada que tú no sepas, y sólo lo digo porque quiero que tenga un efecto positivo en ti. Pero, necesitas perder peso. Me está matando".
Increíble, ¿no? Pensar que hay hombres que se toman esa atribución de poder dar una apreciación sin ni siquiera dar la cara. Bueno, lo positivo de esta historia es la respuesta que esta mujer, segura de sí misma, de su peso y de su apariencia, le dio al entrometido:
"Whoa. Está bien, tu opinión es tuya". Y unas horas después le mandó una fotografía de ella comiendo un gran plato de comida.
Topacio reveló en E! News que cuando leyó los mensajes sintió lo siguiente. Primero "quedé en blanco. Segundo: en shock. Y Tercero: me comí mi Chipotle y le envié esta selfie en respuesta”, dijo.
Agregó que no quiso perder la calma y mandarle una respuesta irracional. "Si colapsaba le mostraría que él tenía la razón. Quería estar orgullosa de mi respuesta después. Este fue el único abordaje que se me ocurrió”, afirmó en el portal de noticias.
La bloguera quiso compartir su experiencia en las redes porque sintió que podía ayudar a otras mujeres a superar comentarios como estos. Y hacer entender que la belleza viene de la apreciación propia, no de la opinión de los demás.
“Espero que la gente entienda que no está bien decir este tipo de cosas, y que las mujeres se sientan empoderadas para defenderse y no permitir que comentarios como ese las rompan, incluso si vienen de tu mamá, amiga o pareja”.
“Quiero que las mujeres se amen genuinamente. Quiero que se sientan bien. Para ser justos, sus comentarios son algo que yo sé: soy hermosa, divertida, inteligente, pero mi peso siempre ha sido un problema. Sin embargo, no es de su incumbencia cómo yo me acepto a mí misma. No importa cuán útil él pensó que estaba siendo al decírmelo”, concluye Topacio.
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